Es un árbol elevado, que puede alcanzar hasta 30 m de altura, de copa amplia y ramas abiertas, con corteza lisa y grisácea. Las hojas son caducas, palmeadas, divididas hasta la mitad de la lámina en cinco lóbulos aovados, con los bordes provistos de gruesos dientes, algo desiguales, curvados en forma de sierra; su pecíolo es muy largo y está en posición opuesta; son grandes, de unos 10 a 15 cm. Flores hermafroditas o dioicas, de color amarillo-verdoso, dispuestas en gran número, sobre inflorescencias (tirsos o racimos de cimas) colgantes, que aparecen con las hojas o poco después; tienen largos pedicelos, perianto compuesto de 5 sépalos y 5 pétalos alargados y libres, que se insertan, con los 8 estambres, en un disco anular carnoso situado debajo del ovario. Fruto en dos sámaras unidas (disámaras) ensanchándose las alas hacia el ápice y formando entre sí un ángulo próximo a 173 grados. Florece en abril y mayo; los frutos maduran al final del verano y se mantienen durante mucho tiempo en la planta