ROMERÍA A LA VIRGEN DE LA CUEVA

Varias leyendas orbitan sobre la Virgen de la Cueva, santuario venerado y querido por los habitantes de la Jacetania.

La primera cuenta que un pastor que cuidaba un hato de cabras observó durante varios días como, nada más sacarlas a pastar, una cabra desaparecía del rebaño cada día para regresar junto a él a atardecer. Un día, el cabrero decidió seguir al animal para ver como se introducía en una cueva donde encontró la talla de la Virgen.

Otra leyenda asegura que fue en esa cueva donde los cristianos se juramentaron en el siglo VIII para defender el incipiente Reino de Aragón de la amenaza musulmana e iniciar la reconquista.

El santuario se ubica bajo una gran balma de conglomerado en la cara sur del Monte Oroel. En el año 2012 la balma se desplomó sobre la cueva destruyéndola casi por completo, salvándose únicamente parte del presbiterio aunque resulta difícil y peligroso acceder a él.

Anualmente se celebra una romería el último domingo de Mayo y es la primera de las cuatro romerías y procesiones importantes de la Diócesis de Jaca. El oficio religioso ahora se realiza fuera de la ermita.

Los vecinos de Jaca, Barós, Ulle, Navasa y Ara disfrutan de una jornada de convivencia, devoción y tradición en los parajes próximos a la ermita, a la que suben caminando desde Jaca y desde otros lugares, con la concentración de romeros y cruces. Tras la procesión, eucaristía y veneración de la reliquia, se celebra la comida de alforja en el Parador de Oroel y seguidamente tiene lugar una actuación del grupo Folklórico Alto Aragón.