ARA
El Ecomuseo de los Pirineos
El Ecomuseo de los Pirineos fue una iniciativa del Ayuntamiento de Jaca para poner en valor su patrimonio cultural y natural entendiendo el territorio como un todo único; explicando la relación de los seres humanos con su entorno. Con esta idea se invita a los miles de visitantes, que recibe Jaca cada año, a salir de sus calles y adentrarse en los pueblos vecinos.
Las rutas guiadas que se organizan se articulan en torno a cuatro ejes temáticos: Riquezas Naturales, Creencias Populares, La Vida en los Pirineos y Caminos de Piedra.
Nuestra Señora de la Gloria
La advocación de esta Virgen está íntimamente ligada a la localidad de Ara desde hace más de ocho siglos. Una fecha importante en su historia es 1242 cuando el entonces señor de la Val de Abena, el noble bearnés Augerio de Olorón, donó las villas de Ara, Abena, Binué, Lasiella y Ayés al monasterio cisterciense de La Oliva en Navarra. A raíz de esta relación se fundó en Ara lo que debió ser un pequeño oratorio de la misma orden cisterciense que es el origen remoto de la ermita de Nuestra Señora de la Gloria, que hoy es la ermita del cementerio.
Allí se custodió, hasta su traslado a la iglesia parroquial, una bella talla de la Virgen sobre cuyo regazo descansa el Niño. Responde a la tipología de Virgen del Manto, el cual le cae desde la cabeza. En la mano porta lo que sería una manzana, en alusión a Eva, o lo que podría ser una pera en referencia a la dulzura de la Virtud.
Una excepcional iglesia barroca
La parroquia de los Santos Reyes Magos es un ejemplo singular en la arquitectura religiosa de la comarca ya que la austeridad de su construcción exterior contrasta con la riqueza decorativa de su interior. Su bóveda está profusamente decorada con pinturas con motivos vegetales a lo que se suma en las paredes una recargada decoración de figuras de escayola policromada y hasta un total de siete retablos barrocos. La intención de todo ello era crear un espacio irreal donde los fieles se rodearan de la divinidad.
De entre sus retablos destaca el retablo mayor, obra del artista Juan Francisco de Ubalde como otros retablos de localidades vecinas como Abena, Embún, Javierrelatre o Berdún.
Se trata de un retablo-nicho con una grandiosa hornacina central que cobija el grupo escultórico de los Reyes Magos adorando al Niño Jesús en presencia de sus padres. En los laterales se alzan las figuras de San Antonio de Padua, San Andrés y Santiago Apóstol como peregrino. En la parte superior aparecen Santa Elena, en el centro, junto a Santa Águeda y Santa Bárbara.
Un paseo por las casas de Ara
Recorriendo los barrios de Ara iremos descubriendo buenos ejemplos de la arquitectura tradicional de esta parte del Pirineo. Casas con paredes de muros de mampostería cubiertas con tejados a dos aguas de losas de piedra. Merece la pena observar los detalles de muchas ventanas y arcos de entrada cuyos dinteles y molduras están decorados con inscripciones y relieves con enigmáticos símbolos protectores.
La Peña Oroel
Ara vive bajo la silueta de la imponente Peña Oroel, el monte más elevado – 1.770 m. – de toda una sierra de gran valor medioambiental. Más de 9.500 hectáreas declaradas Espacio Natural Protegido por conservar una densa masa forestal de bosques de pino silvestre y cobijar una destacada comunidad de aves rapaces en sus escarpes rocosos. Pero además la Peña Oroel ha estado siempre envuelta en un halo mágico que ha dado lugar a numerosas leyendas conocidas por las gentes de esta comarca.