JACA Y EL CAMINO DE SANTIAGO

El Camino de Santiago es el Camino con mayúsculas. Primer itinerario Cultural Europeo, distintivo otorgado por el Consejo de Europa en 1887 y Patrimonio Cultural Europeo desde el 17 de mayo de 1993. También en 1993, en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias, coincidiendo con la finalización del Año Xacobeo, se le concedió uno los reconocimientos más importantes en la historia del Camino de Santiago, es declarado por la Unesco: Patrimonio de la Humanidad el conjunto de rutas de peregrinación a Santiago de Compostela que va desde los Pirineos hasta Galicia (es decir, el conocido como Camino Francés ), una calificación hasta ese mismo año reservada únicamente para conjuntos históricos y ciudades del mundo.

Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por su valor como ruta de peregrinación, vía de difusión y encuentro de culturas, además de otros innatos en el camino, como el respeto, la espiritualidad, hospitalidad, sostenibilidad, etc

Jaca es el final de la primera etapa en el tramo aragonés del Camino. Durante alrededor de 100 km recorre la comarca de la Jacetania en un paisaje único jalonado de ermitas, iglesias, puentes y otros monumentos de gran importancia histórica.

El Camino de Santiago francés por Aragón penetra en España por el Puerto de Somport y desciende, en dirección norte-sur, a través de bosques y prados, torrentes y desfiladeros hasta virar en ángulo recto, a la altura de Jaca, para continuar por la Canal de Berdún de este a oeste, hacia el embalse de Yesa para después entrar en tierras navarras y seguir hacia Santiago.

Un Camino con mayúsculas que los peregrinos medievales culminaban en Jaca, y así sigue siendo en la actualidad, su primera jornada española.

Jaca fue la primera ciudad del Camino de Santiago, capital del Reino de Aragón y sede de los obispos aragoneses. El Rey Sancho Ramírez le concedió un fuero que otorgaba a los habitantes derechos y libertades con los que se pretendía atraer nuevos pobladores. El burgo creció con rapidez gracias a la llegada de mercaderes y artesanos del otro lado de los Pirineos. Jaca empezó a prosperar y llegó a acuñar moneda propia, el sueldo jaqués. Se levantaron numerosos edificios y dominando todos, se elevó la catedral, uno de los templos más importantes de todo el románico español.

Bajo el crismón trinitario del tímpano, pieza clave de la ruta jacobea, hay una columna situada a la izquierda de la portada principal que presenta una hendidura en el fuste. Hay quien dice que la han cavado los besos y caricias de tantos peregrinos y visitantes que por allí han pasado y siguen pasando en la actualidad.

Entre los años 795 y 816 se descubre la tumba del apóstol Santiago, que es el único apóstol enterrado en Occidente a excepción de San Pedro y San Pablo, martirizados en Roma. En este lugar, con la ayuda del rey asturiano Alfonso II “el casto”, se construye la ciudad Compostela (“campus stellae”). El papa León II ordena la construcción de la primera iglesia de Santiago en Galicia para albergar los restos del apóstol.

Pronto empiezan a llegar peregrinos españoles y transpirenaicos. Esta ciudad, junto a Jerusalén y Roma, se convierte en uno de los grandes centros de peregrinación cristiana.

Antes del siglo XI los peregrinos europeos que atravesaban el Pirineo por su parte central utilizaban preferentemente la vieja calzada romana Bearn-Zaragoza, que penetraba en la península por el puerto del Palos, bajaba hasta el monasterio de Siresa y Hecho para llegar a Astorito, sede real junto a la actual Puente de la Reina.

A partir de la primera mitad del siglo XI el paso por el puerto de Somport tiene más importancia; el auge del comercio continental, la mayor comodidad (320 metros más bajo) y el protagonismo de Jaca lo propician.

En Jaca, el camino de Somport se unía con otro menos importante que, procedente del hospital de Gabás, había cruzado el Pirineo por Portalet y continuando por el valle de Tena y la Val Ancha.

Durante el siglo XI, se produjo un hecho que tiene gran importancia en la historia del Camino: los reyes cristianos comienzan a cobrar “parias”. (Eran tributos de muchas taifas musulmanas a pocos reinos cristianos) y Sancho Ramírez es el rey de Aragón desde 1064 y de Pamplona a partir de 1076. De este modo se revitaliza el Camino.

“Sepan todos los hombres que están hasta Oriente, Occidente, Septentrión y Meridional, que yo quiero constituir una ciudad en mi villa que es llamada Jaca” con estas palabras el rey Sancho Ramirez la convierte en la primera ciudad del Camino de Santiago y en la capital del reino de Aragón. A partir de 1077 el monarca concedió a sus habitantes y a todas las personas que fuesen asentarse en ella un Fuero que reglamentaba la población del espacio y las relaciones entre sus habitantes. Serviría también de modelo a otras fundaciones del mismo rey dentro del Camino (Estella y Sangüesa)

Hito importante es la construcción de la catedral de San Pedro Apóstol, se empieza a construir en la segunda mitad del siglo XI para concluirse en el segundo cuarto del siglo XII. Es uno de los edificios más significativos en la difusión del románico no solo en la ruta jacobea sino también en la península.

Jaca era una ciudad comercial que todos los martes organizaba un mercado para la comarca y también una feria anual; según Antonio Ubieto había una gran cantidad de zapateros en Jaca, aproximadamente el 22 % de los habitantes de Jaca a fines del siglo XI. La abundancia de la ganadería ovina suministraba lana para la fabricación de paños. La producción se mantuvo hasta la Edad Moderna.

En razón de su emplazamiento en el Camino de Santiago y de su posición geográfica Jaca es el centro de un importante comercio exterior. La documentación bajo-medieval destaca constantemente su importancia internacional y comercial.

Para atender a los peregrinos Jaca tenía iglesias, hospitales y albergues hoy desaparecidos. A comienzos del siglo XII existían también en las afueras las llamadas “casas de los enfermos”. En marzo de 1084 el Rey Sancho Ramírez hizo varias donaciones al albergue de Jaca, fundado en la catedral bajo la advocación del Espíritu Santo. Estas donaciones benéficas perduraron bajo el nombre de “Las Caridades de Jaca” hasta el siglo XVII.

Desde antiguo tuvo Jaca un barrio de artesanos y comerciantes al servicio de los peregrinos, llamado “Barrio de Santiago”, y también una iglesia dedicada al santo que fue construida en 1089 por el obispo Pedro sobre una primitiva ermita.

El peregrino salía de Jaca por la ya desaparecida Puerta de los Baños, tomando el “camino real a Navarra”

En los tres siglos de mayor esplendor del Camino de Santiago entre 250.000 y 500.000 personas de toda índole y condición social peregrinaban anualmente.

Por Jaca pasaron santos como San Francisco de Asís (1213), reyes: Luis VII de Francia (1155), Eduardo III de Inglaterra (1336), nobles: Savigno de Sent Mur, miembro de la casa del duque de Barry, que venía acompañado de un cortejo de más de cien personas en 1387, y hasta un Conde de Egipto, Tomás, en 1345.