JACA PIRINEOS, PARAISO DE MONTAÑA

BADAGUÁS

Badaguás y el Monasterio de San Juan de la Peña 

La iglesia parroquial de San Bartolomé conserva en su fachada principal una singular huella de su intensa historia. Se trata de un relieve escultórico con el escudo del Real Monasterio de San Juan de la Peña. Este elemento nos desvela el hecho de que esta localidad formó parte del señorío que el Monasterio tenía en el llano del Campo de Jaca. Hasta la Desamortización de 1836 las localidades de este señorío le reportaba importantes ingresos al Monasterio provenientes de los diezmos que estos vecinos pagaban a sus señores eclesiásticos. No es la única localidad de la Val Ancha y La Solana que presume de este escudo en su parroquial. Otros ejemplos son Orante o Banaguás. Y es que estas localidades del llano serían de gran importancia para el conjunto monástico ya que por su entorno darían importantes beneficios en forma de cosecha y cría de ganado.

En un relieve podemos ver al Cordero Pascual (Agnus Dei) sosteniendo la cruz con la bandera de San Juan. Este animal en la iconografía cristiana simboliza el sacrificio de Cristo por los pecados del hombre. Sobre el cordero hay tallada una corona en referencia a la condición de Real del Monasterio, de la cual gozaba San Juan de la Peña, y abajo una inscripción que claramente indica «D SJUAN DLA PEÑA’:

Al pie de la Sierra 

El caserío de Badaguás está a los pies de la Sierra de Baraguás que supone el límite natural, por el norte, de la Val Ancha. Mientras que la panorámica que obtendremos desde esta localidad, hacia el sur, nos ofrecerá una interminable llanura compuesta por cientos de campos cerealistas, hacia el norte nuestra vista deberá inclinarse hacia arriba; hacia los picos que componen esta sierra dominada por el Pico Albarún que se eleva hasta los 1.551 metros de altitud. Hacia el este de la Val Ancha, entre las localidades de Ipas y Baraguás, existe la oportunidad de disfrutar del sendero PR-HU 84 que desde el llano nos conducirá a lo alto de la Sierra de Baraguás, también llamada Sierra de la Contienda.

Una vez arriba, tras salvar un desnivel acumulado de 750 metros, la vista que se abre hasta nosotros nos permitirá comprender en su totalidad el paisaje de esta zona del municipio de Jaca: en la vertiente sur de la sierra nuestra vista alcanzará varios kilómetros de «val» hasta la Peña Oroel mientras que hacia el norte veremos el Pirineo en todo su esplendor, así como el recóndito Valle de la Garcipollera, también perteneciente al término municipal de Jaca.

Badaguás antes de «las Lomas de Badaguás» 

Al llegar a esta localidad veremos cómo el entorno urbano de la misma no tiene nada que ver con el resto de los pueblos de la Val Ancha. Las construcciones que se han conservado construidas con los materiales y técnicas de la arquitectura tradicional de la zona son un mínimo testimonio del pasado más inmediato de Badagúas y quedan casi enmascaradas por las nuevas residencias de «Las Lomas de Badaguás”. Esta urbanización ha permitido a esta localidad tener una nueva vida tras su despoblamiento total a mitad del siglo XX. En la década de los años sesenta, los miembros de las últimas casas abiertas en Badagúas – Pardo, Laval, Pastrora, Betrán, Castán, Sancha, etc.- las abandonaron probablemente para llevar una vida más confortable en la vecina ciudad de Jaca desde la cual , dada su cercanía, era posible seguir atendiendo diariamente los campos de cereal que rodean a Badaguás.

Aún es posible, paseando unos minutos por la localidad, descubrir casas y construcciones dedicadas al uso agrícola, como bordas, en las que se ve claramente como siguen la arquitectura típica de esta zona: muros de mampostería, uso de la piedra sillar en puertas y ventanas, cubiertas formadas por losas de piedra, y altas chimeneas formadas con piedra toba, una piedra muy porosa y ligera, característica de esta comarca.