FESTIVAL FOLKÓRICO DE LOS PIRINEOS
Jaca alberga desde 1963 el Festival Folklórico de los Pirineos, una cita bianual que reúne a grupos folklóricos de cerca de veinte países de los cinco continentes. Desde su origen y hasta no hace mucho, la organización se alternaba con la ciudad hermana de Olorón Sainte-Marie, en el Bearn francés. En la actualidad sólo se celebra el Festival de Jaca, que sigue realizándose los años impares según la costumbre implantada desde su misma creación.
El certamen nació en pleno franquismo, cuando los intercambios o “jumelage” todavía no existían ni en las mentes más visionarias. Pero la estrecha relación que mantenían Olorón y Jaca, y la confluencia de un grupo de personas con ambiciones y pocos prejuicios permitió romper la barrera pirenaica. Jaca era durante el año un encorsetado pueblo de montaña pero llegaba el verano y se daba una patina de cosmopolitismo gracias a esos danzantes que llegaban de países lejanos y exóticos.
El Festival de Jaca destaca por su ambiente callejero. Los pasacalles que recorren los grupos participantes por el casco viejo de la ciudad transforman al pueblo en un pequeño microcosmos cultural.
Por Jaca han pasado casi todos los países que existen o que existieron. Hace algunos años era para muchos autóctonos una forma de conocer mundo sin coger un avión. Así se popularizó como uno de los grandes escaparates de la cultura global, mucho antes de que este concepto se instalara como algo normal en la sociedad. El Festival jaqués jugó y sigue jugando un papel determinante en la promoción de la ciudad en el exterior, hecho confirmado en cada edición con la masiva presencia de visitantes procedentes de todos los rincones del país.
La mezcla de razas, culturas y religiones en un espacio tan formidable como el Pirineo convirtió desde el principio al de Jaca en uno de los festivales folclóricos más importantes y populares del mundo. La música y las danzas de la calle se combinan con los espectáculos en los escenarios estáticos, las exposiciones y las muestras de gastronomía.
El Festival ha tenido en sus últimas ediciones su vertiente más joven en el ciclo “Lunas del Mundo”, explorando las nuevas tendencias musicales que nacen de la fusión de sonidos y la búsqueda de la originalidad desde la raíz étnica.