JACA PIRINEOS, PARAISO DE MONTAÑA

GRACIONÉPEL

La Cañada Real de Bescansa 

La Val Ancha ha sido tradicionalmente un lugar de gran importancia en el tránsito de personas y mercancías entre el Pirineo, al norte, y el Valle de Ebro, al sur. En este sentido se siguen manteniendo los trazados de los caminos que desde antiguo han recorrido los ganados ovinos en su trashumancia durante el verano para pastar en los altos puertos pirenaicos. Concretamente por la carretera de acceso y la calle principal del pequeña casco urbano de Gracionépel discurre el trazado de la llamada Cañada Real de Bescansa. Esta vía pecuaria no era sólo usada por los pastores de esta localidad o de la Val Ancha sino también de pueblos de la comarca, como es el caso de Larués o Santa Cilia, de hecho, toma su nombre de Ia pardina de Bescansa, al oeste de la Val Ancha.

Habitualmente la festividad de San Pedro, el 29 de junio, era la que marcaba en el calendario el comienzo de la trashumancia desde los campos secos del llano hasta los verdes pastos pirenaicos. Desde Bescansa y las localidades de la Val Ancha, los rebaños avanzaban hacia el Valle del río Gállego hasta alcanzar Escuer. En la jornada siguiente atravesaban Biescas donde retomaban el valle del río Sía hasta alcanzar el Barranco de San Bartolomé en cuyo final se hayan los puertos donde van a pasar las ovejas y los pastores el verano. En realidad, hasta principios de octubre, antes de que las primeras nieves cubran el Pirineo.

La riqueza del subsuelo de la Val Ancha

Mientras recorremos las localidades de esta ruta, veremos integrados en el paisaje de la Val Ancha varias instalaciones de gas que nos desvelan la riqueza oculta en el subsuelo de esta zona del término municipal de Jaca. Entre 1978 y 1983, la compañía ENIPESA perforó hasta un total de 14 pozos entre Jaca y Sabiñánigo lo que condujo al descubrimiento de los yacimientos de gas de Jaca y Aurín, a 1500 metros y 2700 metros de profundidad respectivamente. Estos pozos estuvieron en activo desde 1984 hasta 1989 y desde un punto de vista energético se les bautizó como los Yacimientos del Serrablo.

Una vez agotados los yacimientos, la compañía ENAGAS reconvirtió estos pozos en instalaciones de almacenamiento de gas en el subsuelo los cuales tiene una doble función: por un lado constituyen una reserva estratégica ante algún fallo en el suministro y, por otro lado, reservar, durante el verano, un gran volumen de gas que será necesario liberar durante la crecida de la demanda en invierno.

Lo que veremos realmente en la Val Ancha son los compresores superficiales que se sitúan en la cabeza del pozo. Desde aquí un gaseoducto, de 7 kilómetros de longitud y 40 centímetros de diámetro, lo lleva hasta la planta de tratamiento de gas ubicada al oeste de Sabiñánigo, entre las localidades de Borrés y Larrés.

El entorno natural del río Gas 

Una vez que hayamos conocido el casco urbano de Gracionépel, esta localidad nos ofrece un entorno interesante para breves excursiones. Uno de estos paseos es el que nos llevará hasta las riberas del río Gas. Este afluente del río Aragón, nace en la Val Ancha, entre las localidades de Lerés y Gracionépel, desde donde discurre en sentido este-oeste conformando un corredor fluvial de gran importancia medioambiental. El excelente estado de conservación de su curso y las especies vegetales y animales que tiene aquí su hábitat merecieron que un total de 42 hectáreas de su curso fuesen declaradas como Lugar de Interés Comunitario (LIC) dentro de la red europea Natura 2000.

Aunque el río Gas tiene caudal todo el año, durante la temporada estival se reduce notablemente, pero podremos seguir disfrutando de un paseo a la sombra de sus bosques de ribera formados por árboles como el chopo negro y blanco, el sauce, arbustos como la sarga – también llamado sauce gris y los característicos juncos y carrizales de ribera, además de poblaciones menores de fresnos y quejigos. En las estaciones en las que el caudal crece, el río Gas se llena de vida con la presencia de la nutria y sobre todo de un interesante conjunto de peces, muchos de ellos autóctonos como la berjemuela y la madrilla.