JACA PIRINEOS, PARAISO DE MONTAÑA

MONASTERIO DE LAS BENEDICTINAS

El nuevo edificio monacal se levantó a lo largo del siglo XVI, siguiendo un sobrio estilo renacentista. El lugar elegido fue junto a la muralla y al antiguo templo románico del siglo XII, compuesto por una cripta subterránea y la iglesia de S. Ginés. La cripta, conservada bajo el edificio actual y cerrada al público hoy en día, es una estancia abovedada dedicada a San Salvador, aunque se conoce popularmente como «Santa María Baxo Tierra», ya que previamente su advocación fue ésta. La iglesia de San Ginés, o iglesia alta, fue cedida a las monjas en 1579. De su primitiva fábrica sólo se conserva la portada románica y el ábside semicircular, puesto que el conjunto se vio muy alterado por una gran reforma realizada en 1730.

Pero, sin duda, la pieza más valiosa del monasterio es el sarcófago de la Infanta doña Sancha, hija de Ramiro I y hermana de  Sancho Ramírez, ambos reyes aragoneses. Murió en 1097 y fue enterrada en la iglesia de Santa María de Santa Cruz de la Serós. Posteriormente su sobrino Pedro I, ordenó la construcción de su sarcófago, entre 1096 y 1110, para recolocar sus restos en un lugar sobresaliente. Permaneció en su ubicación original hasta 1622, cuando la abadesa Dña. Jerónima Abarca decidió trasladarlo al monasterio de las Benedictinas de Jaca.

SABÍAS QUE…

  • Para el traslado del sepulcro de doña Sancha desde Santa Cruz de la Serós al monasterio de las Benedictinas de Jaca se protegió con un arca de madera reforzada y recubierta de raso. El viaje se efectuó con ayuda de rodillos de madera, deslizando el sarcófago poco a poco sobre los mismos para salvar el desnivel del terreno. Se tardó cuatro días en recorrer los quince kilómetros que separan ambos monasterios.
  • El mejor sepulcro del románico pleno que se ha conservado en la Península Ibérica. Se trata de un bloque pétreo de 2 metros de largo, 85 centímetros de ancho y 58 centímetros de alto, esculpido en sus cuatro caras y vaciado en su interior. En la cabecera presenta dos grifos enfrentados y  en los pies el crismón trinitario mientras que en los frontales se disponen varios ciclos figurativos. La cara principal del sarcófago está dividida en tres escenas. En la de la izquierda aparece un cortejo fúnebre encabezado por un obispo bendiciendo. En la de la derecha, la condesa doña Sancha sentada entre sus hermanas Urraca y Teresa. Y, en la escena central, el alma de la condesa en el interior de una mandorla, transportada al cielo por dos ángeles alados. En la parte de atrás del sarcófago aparecen unas escenas de caballerías.
  • En origen la cripta estaba decorada con pinturas murales, fechadas en torno a 1200, que representan escenas del Nuevo Testamento. Actualmente se pueden contemplar en la iglesia alta, ya que fueron pasadas a lienzo.