CASCO HISTÓRICO

Jaca es una ciudad única que impresiona a cuantos se acercan a visitarla porque sus atractivos son muchos y muy variados.

Su situación estratégica al pie de los Pirineos, rodeada de altas y nevadas montañas, su atmósfera limpia y soleada y su importante legado cultural, consecuencia de sus más de dos mil años de historia  han convertido a Jaca en una ciudad con vocación internacional y en un destino turístico de primer orden.

Hoy día Jaca, capital económica y social de la Jacetania, es un espacio abierto que apostó por el desarrollo turístico a partir del derribo de su muralla a principios del Siglo XX y que dio paso a una ciudad de servicios,  activa, moderna, en constante evolución pero que a la vez invita al relax, que desarrolla una variada e interesante oferta cultural y con una importante infraestructura hotelera, comercial y reconocida gastronomía. 

Su casco histórico, declarado Bien de Interés Cultural, rehabilitado y peatonalizado casi en su totalidad, ha favorecido que su oferta comercial y hostelera se renueve y modernice tendiendo hacia una ciudad que evoluciona, pero que no olvida sus aspectos más tradicionales e identificativos, consiguiendo al mismo tiempo que se disfrute relajadamente de su patrimonio monumental, situado en su mayor parte en el centro de la ciudad como su magnífica Catedral de San Pedro y en su interior el Museo Diocesano de arte románico, su Ayuntamiento, su Torre del Reloj, su fortaleza del Siglo XVI “La Ciudadela”, situada a escasos metros del centro,  que convirtió a Jaca en una importante plaza militar y el resto de iglesias y monumentos pero también de sus recoletas plazas, el sabor auténtico de sus calles  y de la proliferación de sus bellos parques y zonas de esparcimiento, que enfatizan su carácter afable y acogedor.