La Orden mendicante de los Carmelitas Descalzos se habían asentado en Jaca en 1597, en la iglesia de Santa María de Mocorones, la actual ermita de la Victoria. Allí permanecieron hasta el año 1614, cuando se trasladaron a este solar donde fundaron su monasterio y construyeron la iglesia que vemos, terminada en 1657, tal como atestigua la inscripción de su portada.

Hasta la Desamortización de Mendizábal, en 1835, el templo perteneció a esta congregación, que en sus inicios estaba compuesta por catorce religiosos que vivían de la limosna. Ya en el siglo XX, fueron los Padres Capuchinos los que se hicieron cargo de la iglesia, salvo durante el periodo republicano, periodo en el que abandonaron la ciudad. Tras la Guerra Civil volvieron a ocuparse de ella hasta 1999, cuando el templo pasó a depender de la Iglesia parroquial de Santiago.

El edificio responde al gusto carmelita y a las formas estilísticas imperantes en la primera mitad del siglo XVII. Tiene una planta de cruz latina con capillas a ambos lados del altar mayor y de la nave principal. Además del magnífico retablo mayor, de estilo plenamente barroco, la iglesia alberga otros retablos, fechados en el siglo XVIII y de diversa procedencia. En las capillas de la cabecera encontramos los retablos de San Pedro y de un Santo Abad, que son originarios de la Iglesia Alta de San Juan de la Peña. Otros, como el de San José y el de Santiago Peregrino, procedían de la iglesia parroquial de Ruesta y fueron traídos en 1966.

SABÍAS QUE…

• Las dos estatuas que había en los arcos laterales de la portada, que representaban a sendos héroes de santidad de la Orden Carmelita, tuvieron que ser retiradas al interior, en 1889, para frenar su progresivo deterioro. 
• La escena principal del retablo mayor representa el momento en que la Virgen del Carmen entrega el Santo Escapulario al beato Simón Stock. Según la tradición, la aparición tuvo lugar en Cambridge (Inglaterra) el domingo 16 de julio de 1251.
• El elemento más característico de la iglesia del Carmen es su bella portada de estilo manierista, realizada en piedra labrada y compuesta de dos pisos: el inferior de orden toscano, y el superior de orden jónico. Sobre ella abre un gran óculo que ilumina el interior de la iglesia. Bajo éste se dispone la figura de la Virgen del Carmen sosteniendo al Niño, en una hornacina. Flanqueando esta escena central podemos ver sendos escudos de la Orden, en el lado exterior de las columnas del segundo nivel. Adosada a la portada se encuentra la torre campanario, la única construida de las dos que se habían proyectado originalmente.